viernes, 22 de agosto de 2008

el ave fenix

por Hans Christian andersen


En el jardín del Paraíso, bajo el árbol de la sabiduría, crecía un rosal. En su primera rosa nació un pájaro; su vuelo era como un rayo de luz, magníficos sus colores, arrobador su canto.

Pero cuando Eva cogió el fruto de la ciencia del bien y del mal, y cuando ella y Adán fueron arrojados del Paraíso, de la flamígera espada del ángel cayó una chispa en el nido del pájaro y le prendió fuego. El animalito murió abrasado, pero del rojo huevo salió volando otra ave, única y siempre la misma: el Ave Fénix. Cuenta la leyenda que anida en Arabia, y que cada cien años se da la muerte abrasándose en su propio nido; y que del rojo huevo sale una nueva ave Fénix, la única en el mundo.

El pájaro vuela en torno a nosotros, rauda como la luz, espléndida de colores, magnífica en su canto. Cuando la madre está sentada junto a la cuna del hijo, el ave se acerca a la almohada y, desplegando las alas, traza una aureola alrededor de la cabeza del niño. Vuela por el sobrio y humilde aposento, y hay resplandor de sol en él, y sobre la pobre cómoda exhalan, su perfume unas violetas.

Pero el Ave Fénix no es sólo el ave de Arabia; aletea también a los resplandores de la aurora boreal sobre las heladas llanuras de Laponia, y salta entre las flores amarillas durante el breve verano de Groenlandia. Bajo las rocas cupríferas de Falun, en las minas de carbón de Inglaterra, vuela como polilla espolvoreada sobre el devocionario en las manos del piadoso trabajador. En la hoja de loto se desliza por las aguas sagradas del Ganges, y los ojos de la doncella hindú se iluminan al verla.

¡Ave Fénix! ¿No la conoces? ¿El ave del Paraíso, el cisne santo de la canción? Iba en el carro de Thespis en forma de cuervo parlanchín, agitando las alas pintadas de negro; el arpa del cantor de Islandia era pulsada por el rojo pico sonoro del cisne; posada sobre el hombro de Shakespeare, adoptaba la figura del cuervo de Odin y le susurraba al oído: ¡Inmortalidad! Cuando la fiesta de los cantores, revoloteaba en la sala del concurso de la Wartburg.

¡Ave Fénix! ¿No la conoces? Te cantó la Marsellesa, y tú besaste la pluma que se desprendió de su ala; vino en todo el esplendor paradisíaco, y tú le volviste tal vez la espalda para contemplar el gorrión que tenía espuma dorada en las alas.

¡El Ave del Paraíso! Rejuvenecida cada siglo, nacida entre las llamas, entre las llamas muertas; tu imagen, enmarcada en oro, cuelga en las salas de los ricos; tú misma vuelas con frecuencia a la ventura, solitaria, hecha sólo leyenda: el Ave Fénix de Arabia.

En el jardín del Paraíso, cuando naciste en el seno de la primera rosa bajo el árbol de la sabiduría, Dios te besó y te dio tu nombre verdadero: ¡poesía!

FIN


se supone que publicaria historias originales hechas por mi, pero cuando encuentro una historia tan maravillosa como esta, vale la pena mencionarla y que todo el mundo se encante con estas palabras...

viernes, 15 de agosto de 2008


La muerte visita el gaiety (tercera parte)

-pero que es esto, ¡que me hacen!
- joven Andrew Kingston, se le acusa de ser sospechoso por el asesinato de la señorita Catalina Kingston.- los policías tomaron al niño por los brazos y le pusieron las esposas para subirlo al coche. Se lo llevaron a la jefatura de Scotland Yard para interrogarlo. Andrew se sentía confundido y frustrado, creía que jamás lo encontrarían con lo estúpidos que son los policías en esos días. Pero se equivocó y ahora estaba pagando las consecuencias.
- ahora niño, nos dirás donde estuviste estos 5 días, porque muerto o secuestrado no estabas pues ya lo hemos comprobado, y mas te vale no mentir.
- no se preocupen- respondió frívolamente- no pretendo mentir, ya se que mi destino estaba condenado el dia en que los Kingston me tomaron como hijo...
- ¿a que te refieres con eso?, acaso no eres el hijo de la señora Ana Kingston...
- ya les explicaré todo- cuando mencionó esto, los hombres se acercaron mas a el para escuchar con mas atención- comenzaré admitiendo el hecho de que Catalina y yo estábamos enamorados y manteníamos una relación en secreto...
- ¡que es lo que estas diciendo chiquillo!, enamorado de tu propia hermana, sabes que eso es incesto...
- lo que pasa es que hace un tiempo descubrí que yo realmente fui adoptado a los pocos meses de nacer por el matrimonio Kingston, ya que creían que no podían tener hijos. Pero al año siguiente nació Catalina y nos criaron como verdaderos hermanos. Aunque nosotros jamás nos vimos como tales, y poco a poco nuestros sentimientos se hicieron más claros. Pero nos dijimos que jamás podríamos tener algo por nuestra situación y reputación, hasta que un dia, en un viejo libro encontré mis papeles de adopción confirmando que no compartíamos la misma sangre. Eso fue un gran alivio para ambos y desde ese momento decidimos llevar una relación en secreto. Pero ella quería hacerla publica, Catalina no soportaba mantener el silencio y yo no se lo permitiría pues lo más obvio era que nos separarían. Me enfurecí con ella al punto de que un odio comenzó a crecer dentro de mí hacia ella. Decidí que si ella lo revelaba, lo pagaría. Mi mente se desquicio y no sabia lo que hacia, el miedo a los prejuicios me volvieron loco. Aunque le explicáramos a todo el mundo que no éramos hermanos nos separarían de alguna u otra forma.... por eso planee matarla en el teatro, donde ella quería hacer publica nuestra relación, yo quería hacer publica su muerte... ¿no es justo no?...- cuando termino de hablar y su cara mostraba indiferencia y una frivolidad que ni los policías podían creer que un niño de su edad podía tener. Segundos después su cara se desfiguró completamente y se puso a llorar.
- ¡pero yo no quería!- gritaba entre sollozos, no quería matarla, ella era mi vida y ahora no me queda nada, ahora me doy cuenta que no razoné del todo bien...- luego de eso todo pasó muy rápido, Andrew se levantó de la silla y saltando sobre los policías, golpeó a uno en la cara y le quitó su arma, la cargó y se la llevó y a la cabeza gritando al cielo con los ojos blancos "¡allá voy Catalina!, ¡voy a encontrarme de nuevo con tus labios!, y disparó. Una gran mancha roja se disparó contra la pared y el cuerpo del chico cayó a los pies de los hombres.

Los policías dieron la noticia al dia siguiente: "El joven Andrew Kingston fué hallado muerto en 
-el puerto de Dover.

El dulce calor del sol se sentía en la brisa al golpear la cara de los invitados. los pájaros cantaban dulces tonadas en los árboles mientras los familiares se limpiaban los ojos con sus pañuelos. La gente se amontonaba en torno a una preciosa pieza de piedra tallada y pulida en la que se podía leer el siguiente epitafio:
"Andrew Kingston Brigadiere
1845-1860"
mientras, un par de hombres hablaban en susurro para no interrumpir el sombrío y decadente ambiente del funeral.- ¿y sabes como murió?- pregunto el primer hombre- dicen que se ahorcó en la casa de rehabilitación y que dejo una nota escrita sobre su cama explicando la razón de porque lo hizo.

                                                FIN.

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Tarde, muy tarde postié la tercera y ultima parte de mi "corto" relato. Tenía esto preparado como hace un año pero aún no recuerdo por que no lo habia subido antes. Pero bueno, espero que lo hayan disfrutado, y si lo leiste, estas obligado a comentar ;D.